
Accesibilidad cognitiva, la accesibilidad invisible pero no por ello menos necesaria. El estilo cognitiva de las personas con TEA es en muchas ocasiones eminentemente visual, ahí radica una de las fortalezas personales y se convierte, por tanto, en la base de partida para lograr aprendizajes exitosos.
La tecnología, especialmente la que hace uso de pantallas, hace un uso intensivo de este canal pero la multitud de desarrollos disponibles hacen necesario contemplar otros factores para elegir los más adecuados para cada persona.
¿Instrucciones escritas, orales, con animaciones? ¿Estímulos visuales distractores en las interfaces de interacción? ¿Claridad visual en la presentación de tareas? ¿Qué códigos se emplean, pictográficos, ideográficos, con qué tipo de imágenes? Una pequeña reflexión sobre estos aspectos acompañada del conocimiento del usuario final de las aplicaciones puede suponer la diferencia entre un triunfo y un fracaso.
Y tú ¿aseguras la comprensión de las aplicaciones y desarrollos? Cuéntanoslo en las redes sociales de Aulautista.
Saludos y hasta dentro de unos días.