
Hace algunos meses abrí una entrada en este blog para hablar del libro de Ramón Cererols «Descubrir el Asperger» pero he de confesar que no he tenido ocasión de empezar a leerlo hasta hace sólo unos días.
El libro me está gustando, es muy personal y está salpicado de pequeños detalles, párrafos en los que el autor cuenta aspectos de su infancia que me están ayudando a ponerme mejor en el lugar del autor y comprender más su punto de vista y su especial manera de percibir el entorno.
Hoy quiero compartir con vosotros algunos de estos párrafos:
«Durante la infancia era primordialmente visual. Cerrando los ojos era capaz de crear mundos imaginarios dentro de los cuales me podía desplazar volando con rapidez, y lo veía todo desde los puntos de vista donde estaba virtualmente, como en los videojuegos —que aún no existían. Era una habilidad con la que me distraía largo rato cuando me enviaban a la cama y no tenía sueño, pero la perdí demasiado pronto, todavía niño.» «Desde un punto de vista global, recuerdo mi infancia como una etapa negativa, pero si me pidieras que concretara más esta sensación, me costaría bastante. Cuando me sentía mal, era incapaz de decir qué era lo que sentía. Las sensaciones concretas, como la angustia, el disgusto, la ira, la tristeza, el aburrimiento, la frustración, el estrés, el miedo, el odio, los celos, la rabia, la envidia, la vergüenza, el rechazo, o cualquiera otra me eran desconocidas. En todas ellas simplemente me sentía mal. Era como un malestar físico indefinido. Era incapaz de asignar un color emocional a mis sensaciones, sólo apreciaba una mayor o menor intensidad de las mismas.» «Supongo que es algo que les pasa a todos, que de pequeño ves a los adultos como un nivel cualitativo superior al que debes acceder de golpe en un instante preciso que te cambia como por arte de encanto. Suponía que cuando se produjese esta transformación, adquiriría de golpe nuevos recursos para afrontar los retos vitales. Pero no fue así. La etapa tumultuosa de la adolescencia llegó acompañada de más conflictos, de menos puntos de apoyo, y los mismos problemas personales anteriores, agravados ahora por unas mayores responsabilidades que me impedían rehuir mis temores. Tuve que aceptar que no habría transformación, que continuaría siendo como era. Así que sólo tenía una solución: si no podía ser como los demás, actuaría como ellos. Me escondería debajo de una capa que mostraría al exterior, y yo permanecería dentro, en mi mundo, en el que siempre había estado. Sería un actor que representaría un papel, sólo que mi actuación era permanente. Estaba siempre encima del escenario.» Como podéis ver, el libro ofrece una opción diferente a la que podemos encontrar en otros textos ya que parte de la visión propia de una persona con Síndrome de Asperger con todo lo que ello aporta a la lectura.Si queréis leerlo, podéis descargarlo de manera gratuita de la web del autor, pero si, como yo, preferís la lectura en papel, podéis adquirirlo a través de la editorial Psyli, dónde además, si indicáis que vais a través de Aulautista, os ahorraréis los gastos de agencia. Espero que os guste.
Saludos y hasta dentro de unos días.